La historia
Los primeros documentos indican que la Faradda habría nacido como exvoto a la Virgen de la Asunción (Madonna dell’Assunta), después de la peste que en 1652 asoló también a Sassari. En realidad, parece ser que los orígenes de la fiesta son más antiguos y derivan de un rito similar practicado en Pisa en el siglo XIII. En efecto, en la ciudad toscana, durante la noche del 14 de agosto los fieles llevaban en procesión la cera votiva dentro de tabernáculos de madera que con el tiempo adquirieron la forma de columnas lignarias.
Es probable que Sassari, aliada de la república marítima de Pisa, haya participado con una ofrenda. Posteriormente, se volvió tradición de la ciudad celebrar la fiesta cada año en la vigilia de Ferragosto. Sassari, en el entretanto se alió con Génova y posteriormente, en el siglo XIV, pasó a ser controlada por España. Fueron precisamente los aragoneses quienes, a causa de los ingentes gastos que suponía, intentaron sin éxito suprimir la Faradda.
Los ciudadanos de Sassari decidieron sustituir los cirios con estructuras de madera para ahorrar sobre la materia prima. Desde ese momento, los gremios –corporaciones de artes y oficios– han llevado en cortejo altas columnas coronadas por banderas:
habían nacido los Candeleros.
La historia
de los Candeleros de SaSSari
Los orígenes de la Bajada de los Candeleros
Los primeros documentos indican que la Faradda habría nacido como exvoto a la Virgen de la Asunción (Madonna dell’Assunta), después de la peste que en 1652 asoló también a Sassari. En realidad, parece ser que los orígenes de la fiesta son más antiguos y derivan de un rito similar practicado en Pisa en el siglo XIII. En efecto, en la ciudad toscana, durante la noche del 14 de agosto los fieles llevaban en procesión la cera votiva dentro de tabernáculos de madera que con el tiempo adquirieron la forma de columnas lignarias.
Es probable que Sassari, aliada de la república marítima de Pisa, haya participado con una ofrenda. Posteriormente, se volvió tradición de la ciudad celebrar la fiesta cada año en la vigilia de Ferragosto. Sassari, en el entretanto se alió con Génova y posteriormente, en el siglo XIV, pasó a ser controlada por España. Fueron precisamente los aragoneses quienes, a causa de los ingentes gastos que suponía, intentaron sin éxito suprimir la Faradda.
Los ciudadanos de Sassari decidieron sustituir los cirios con estructuras de madera para ahorrar sobre la materia prima. Desde ese momento, los gremios –corporaciones de artes y oficios– han llevado en cortejo altas columnas coronadas por banderas:
habían nacido los Candeleros.
Un voto a la Virgen de la Asunción para liberar a SaSSari de la Peste
Según la tradición, en 1528 una epidemia de peste terminó precisamente el 14 de agosto por intercesión de la Virgen y de San Sebastián. Sassari formuló un voto a ambos, pero solo el voto a la Virgen sobrevivió al paso del tiempo como procesión de la Vigilia de la Asunción. Desde el siglo XVI cada 14 de agosto los gremios habrían llevado en procesión los candeleros desde Piazza Castello hasta la Iglesia de Santa María de Belén (Chiesa di Santa Maria di Betlem).
En 1855 la Faradda tuvo lugar el 1º de diciembre, cuando finalmente cesó una epidemia de cólera que se cobró unas ocho mil víctimas. Pero, no obstante la devoción aún estuviera viva, en el siglo XIX la fiesta corrió el riesgo de desaparecer. De los ocho gremios participantes habían quedado únicamente cinco. Mercantes y pastores, sastres y carreteros se rehusaron a participar o se disolvieron.
Nuevos gremios se añadieron a la procesión de la Asunción
En la primera mitad del siglo XX, el Ayuntamiento puso todo su empeño para que los participantes volvieran a la Faradda. Convenció al gremio de los sastres a que cambiara su decisión y admitió el ingreso de los nuevos gremios de carpinteros, campesinos, viandantes y picapedreros. En 1955 los candeleros habían llegado a ser nueve. Más recientemente el número ha ascendido a once, gracias a la readmisión del gremio de los carniceros y al ingreso de herreros y peones.
La Faradda di li candareri de Sassari forma parte de la Red de procesiones de estructuras colosales llevadas a cuestas italianas (Rete delle grandi macchine a spalla italiane) que en 2013 fue reconocida Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Actualmente unas 100.000 personas participan cada año en la Fiesta y la ciudad se llena de visitantes provenientes de todas partes del mundo.